Jamás recuperaremos aquello.
Ni las primeras miradas, ni el primer beso, ni los roces involuntarios, ni los paseos eternos.
Porque mirar hacia delante, duele. Pero mirar hacia atrás, duele el doble.
Dejaste que me creyera aquello que no eres, y si lo eras... Cambiaste de un modo horrible hasta convertirte en esto de lo que ahora huyo.
Me gustaría recuperar la seguridad entre tus brazos, el ser yo la princesa débil, el ayudarte con tus problemas y no cargar con ellos, el no discutir, el pensar que tenías la edad que tu DNI dice que tienes.
Me gustaba tanto verte llegar por la puerta de la estación y que siempre estuvieras sonriente... Me gustaba abrazarnos en medio de la calle cuando no sabíamos a dónde ir, que escucharas mis problemas y aunque no supieras cómo... intentaras ayudarme, no hundirme con los tuyos.
Echo de menos escribirte textos bonitos en el fotolog, y echo de menos pensar en que eras el típico dieciochoañero con fuerza para cambiar el mundo y que por encima de todo, creía en sí mismo y en sus posibilidades. Echo de menos ver simplemente una cara tuya, tu única cara. Porque con el tiempo te has ido combirtiendo en un monstruo con miles de caras, con miles de 'yo's que me desconcertaban y me asustaban... Y que han acabado matando esto.
Echo de menos muchas cosas, y me gustaban muchísimas otras... Pero ahora también odio.
Odio que abandonaras todo eso que fuiste cuando me conociste. Odio que con ella fueras fuerte y conmigo dejaras que yo fuera la que te solucionara la vida. Odio que te acomodaras en el 'no puedo' y dejaras que los demás se descoyuntaran por ti sin tú mover un dedo. Odio que te combirtieras en un infantiloide esquizofrénico, usando estúpidas excusas para no hacer frente a los problemas. Odio que no pudieras dar a esto lo necesario para que conquistara el futuro. Odio que te rindieras. Odio cada una de las palabras que dijiste que tengo clavadas en el pecho. Odio tus 'te odio', tus 'te dejo', tus 'que te den'. Odio todos los 'te quieros' que fueron reemplazados por 'no te necesito' o 'soy gilipollas por estar contigo'. Odio que con19 años pienses que tienes la vida acabada. Odio que mientras yo me desvivo por conseguir un futuro para los dos, por estudiar, por trabajar, por intentar cambiar las cosas... Tú no hicieras nada y esperases que cayeran las cosas del cielo. Odio las promeasas que jamás cumpliste. Odio leer los mensajes privados y del movil en los que me decías 'esta es la última vez, no te haré más daño, cambiaré', porque nunca era la última vez. Odio que abandonaras tus 'voy a luchar contra el destino por estar juntos' por un 'quiero morirme y no me importa nada'. Odio que te hundas en la mierda pero además hundas a los que están a tu alrededor. Odio que no te importe lo que los demás hacen por ti, y odio que tú no hagas nada por ellos. Odio haber llegado al extremos de darme igual si acabas durmiendo en la calle o intoxicado hasta el culo en tu cama, porque tú te lo buscaste. Odio que seas tan cobarde, que no te acuerdes del 1 de enero de 2009 y eso te de fuerzas para continuar adelante. Odio que nunca pusieras de tu parte, que criticaras a todo el mundo sin conocerlo, los defectos de los demás, pero jamás vieras los tuyos. Porque tus 'soy una mierda' y 'no valgo para nada', no te los creías ni tú. Y si te los creías, haber hecho algo para evitarlo. Odio que se haya terminado el amor y me haya pasado 24h horas llorando sin parar. Y odio todo lo que me queda por llorar. Odio acordarme de cuando eras todo alegría, todo chistes, todo ilusiones y verte ahora como un putrefacto cuerpo esperando que llegue la muerte. Odio que no seas lo que yo había pensado que eras. Odio que me hayas hecho llegar a este extremo. Odio tu comportamiento cuando nos enfadamos, antes llorabas, te lamentabas y yo lloraba también, nos pedíamos perdón y nos besábamos. Ahora hablas como si estuvieras loco, te ríes, susurras, DAS PENA, no pides perdón y nos insultamos, me dejas, nos hacemos daño y luego me mientes diciendo que no pasará más. Y odio eso. Odio creer que eras un chico maduro, con esperanzas y sueños para el futuro juntos: una boda en la playa, hijos, una casa de madera, un trabajo... Y me duele y odio ver que ahora es: quiero morir, soy una mierda y tú no me importas. Odio que no asumas tus responsabilidades. Odio que me hagas daño. Odio pensar que no voy a verte más, que me muero por hacerlo pero que ya no quiero. Odio pensar que esto es definitivo y para siempre. Odio pensar que no vas a llamarme ni aparecer en mi casa con una rosa. Odio saber que soy gilipollas por pensar que ahora cambiarás, tomarás iniciativas, sonreirás, te esforzarás, buscarás un módulo y en unos meses vendrás a mi casa con el aspecto que tenias el año pasado. Odio creer que puedes cambiar por la persona a la que amas, porque me has demostrado que no puedes. Odio que se acabe esto. Odio que me metieras en la cabeza la idea de que estaríamos juntos para siempre porque me la creí y ahora no puedo sacarla de mi mente. Odio que intentes tan poco por salvar esto. Odio recordarte el 29 de Diciembre y luego recordarte ayer al teléfono mientras susurrabas como un puto lunático y me decías que me odiabas. Odio que no te des cuenta de las cosas, que no me dejes ayudarte y que me hayas perdido.
Pero sobre todo, sobre todas las cosas: Odio que si lees esto, en vez de reaccionar y decidir volver a aquél diciembre de 2008... Simplemente vas a odiarme más.